¿Por qué debe aprovechar su cura termal en el balneario de Cofrentes para conocer su Riesgo Cardiovascular?

¿Por qué debe aprovechar su cura termal en el balneario de Cofrentes para conocer su Riesgo Cardiovascular?

¿Por qué debe aprovechar su cura termal en el balneario de Cofrentes para conocer su Riesgo Cardiovascular?

¿Por qué debe aprovechar su cura termal en el balneario de Cofrentes para conocer su Riesgo Cardiovascular?

Manantial
Manantial

El deseo de alanzar una mayor longevidad con salud y con independencia es un deseo universal. Todas las personas lo manifiestan.

Pero no se debe olvidar que la salud es un derecho que se sostiene en una obligación personal e indelegable, de hacer todo lo que de nosotros dependa para prevenir la enfermedad, mantener la salud y recuperarse de las enfermedades o dolencias que nos aparezcan.



Enfermedad Vascular

Lo primero que deberíamos identificar, en nuestra estrategia para alcanzar una mayor longevidad con salud, es si alguna de nuestras conductas o comportamientos pueden acortarnos la vida.

Hemos de tener presente que la principal causa de muerte y/o de discapacidad (en España y en el mundo) está relacionada con la enfermedad vascular, sea el accidente cardiovascular (infarto de miocardio), sea el accidente cerebrovascular (ictus).

La enfermedad vascular está condicionada por unos factores de riesgo que hoy son perfectamente conocidos, perfectamente diagnosticables y, lo que es más importante para nosotros, sobre los que podemos voluntariamente intervenir para modificarlos.

Lo primero que debemos hacer es calcular nuestro riesgo cardiovascular mediante una calculadora. La Fundación Española del Corazón nos propone ésta:  Calculadora Cardiovascular



Factores de riesgo cardiovascular

Es importante profundizar en los Factores de Riesgo Cardiovascular entre los que destacamos, siguiendo las recomendaciones de la Fundación Española para el corazón, los siguientes:


Diabetes

Quienes padecen este trastorno tienen más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Es vital aprender a prevenir la diabetes y mantener a raya este factor de riesgo cardiovascular.

Un diabético debe:

  • Controlar los demás factores de riesgo cardiovascular, especialmente hipertensión, tabaquismo y colesterol.

  • Si es obeso, debe perder peso.

  • Practicar actividad física de forma continuada.

  • Controlar la glucemia: hemoglobina glicosilada (HbA1C): <7%; glucemia en ayunas (mediciones antes de las comidas): 70-130 mg/dl; glucemia postprandial (después de comer): <180 mg/dl.

  • Mantener buen nivel de presión arterial: TA<130/80 mmHg.

  • Objetivos de control de colesterol: LDL<100 mg/dl, HDL>50 mg/dl y triglicéridos<150 mg/dl.


Colesterol

El colesterol es un factor de riesgo porque:

  • Si sus niveles en sangre se elevan producen hipercolesterolemia. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200.

  • Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento originando la arterosclerosis.

  • Si un enfermo de ateromatosis mantiene muy bajos sus niveles de colesterol en sangre puede lograr que ese colesterol pase de la pared arterial nuevamente a la sangre y allí sea eliminado. Por ello, se recomienda a los pacientes que han sufrido infarto de miocardio o accidente cerebral que mantengan cifras muy bajas de colesterol para intentar limpiar así sus arterias.


Hipertensión arterial

Es un factor de riesgo porque:

  • La hipertensión supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular (hipertrofia ventricular izquierda) para hacer frente a ese sobreesfuerzo. Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. Además, el músculo cardíaco se vuelve más irritable y se producen más arritmias.

  • En aquellos pacientes que ya han tenido un problema cardiovascular, la hipertensión puede intensificar el daño.

  • Propicia la arterioesclerosis (acúmulos de colesterol en las arterias) y fenómenos de trombosis (pueden producir infarto de miocardio o infarto cerebral). En el peor de los casos, la hipertensión arterial puede reblandecer las paredes de la aorta y provocar su dilatación (aneurisma) o rotura (lo que inevitablemente causa la muerte).


Tabaquismo

Es un factor de riesgo porque:

Según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), el tabaco provoca cerca de 50.000 muertes anuales en España por dolencias como la bronquitis crónica, el enfisema pulmonar y el cáncer de pulmón y faringe. Por si esto fuera poco, él también es el factor de riesgo cardiovascular más importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población. Las posibilidad de padecer una enfermedad de corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo.

Hay dos factores por los que el tabaco puede producir una isquemia coronaria:

  • Nicotina. Desencadena la liberación de las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) que producen daño en la pared interna de las arterias (endotelio), aumenta el tono coronario con espasmo, produce alteraciones de la coagulación, incrementa los niveles de LDL (colesterol malo) y reduce los de HDL(colesterol bueno). La concentración de nicotina en sangre depende más del grado de inhalación que del contenido de nicotina del propio cigarro.

  • Monóxido de carbono. Disminuye el aporte de oxígeno al miocardio y aumenta el colesterol y la agregabilidad plaquetaria (su capacidad de unirse y formar coágulos).


Sedentarismo / Falta de ejercicio

El sedentarismo, además de provocar por sí mismo un importante daño a nuestro sistema cardiovascular, contribuye a acentuar los efectos de otros factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión o el colesterol. Una persona sedentaria tiende a tener sobrepeso, suele fumar y es habitual que tenga una alimentación desequilibrada.

Por el contrario, está demostrado que la actividad física y el ejercicio colaboran tanto en el mantenimiento del peso como en el control de las cifras de tensión arterial y colesterol.



Mala alimentación

Tres de los factores de riesgo cardiovascular –la obesidad, el colesterol y la hipertensión- pueden reducirse si adoptamos unos nuevos hábitos a la hora de alimentarnos, apostando por una dieta cardiosaludable.

Y, así, podemos llegar a reducir nuestro riesgo de sufrir una enfermedad del corazón. Se han establecido una serie de pautas que conforman esas nuevas costumbres alimentarias “cardiosaludables”.

  • Incluya numerosas frutas y verduras en su dieta diaria.

  • Tome cereales, especialmente integrales.

  • Elija productos libres de grasa: aves sin piel ni grasa, carnes magras, pescados…

  • Tome, preferentemente, aceite de oliva virgen.

  • Busque un equilibrio entre el número de calorías que ingiere cada día con la cantidad que utiliza en su actividad diaria. Tenga en cuenta su tipo de trabajo y estilo de vida; si es sedentario quema menos calorías.

  • Limite el número de comidas con alimento cero y altas en calorías: bebidas gaseosas, golosinas…

  • Reduzca el consumo de productos con grasas hidrogenadas (están muy presentes en alimentos precocinados e industriales).

  • Modere la ingesta de sal. Para potenciar el sabor utilice especias.

  • Controle el número de bebidas alcohólicas.


Antecedentes familiares

Numerosos estudios han mostrado un componente genético en los casos de hipertensión, hipercolesterolemia familiar y diabetes tipo 2, factores todos relacionados con el desarrollo de enfermedad cardiovascular.

El riesgo de padecer problemas cardiovasculares es mayor:

  • Si un familiar masculino de primer grado (padre o hermano) ha sufrido un infarto antes de los 65 años

  • Si un familiar femenino de primer grado (madre o hermana) ha sufrido un infarto antes de los 65 años

Si el padre y la madre han sufrido problemas cardiovasculares antes de los 55 años, el riesgo del hijo se incrementa un 50 por ciento. Por ello es importante disponer de un historial familiar.


Edad

Por ello la persona de edad avanzada va a ser la principal víctima de la mayor parte de las cardiopatías. La prevalencia y la incidencia de insuficiencia cardiaca se duplica cada década a partir de los 40-45 años. Y más o menos cabe hacer consideraciones similares sobre procesos tan frecuentes e importantes como las enfermedades coronarias o la hipertensión arterial entre otros muchos.

Existen muchos caminos para enfrentarse con éxito a la patología cardiaca. También en la vejez. En primer lugar con la prevención, que, si bien idealmente debe ponerse en marcha en momentos mucho más precoces, ninguna edad es mala para intentar aplicarla. La mayor parte de los factores de riesgo cardiovascular continúan siéndolo por encima de los 80 años y la lucha contra ellos sigue siendo eficaz con independencia del calendario.

Hay que tener presente que podemos influir voluntariamente sobre los factores 1 al 6, mientras que los factores 7 y 8 no son modificables pero nos indican que si tenemos antecedentes familiares de cardiopatía y conforme nos vamos haciendo más mayores, debemos llevar más cuidado en modificar los factores de riesgo sobre los que sí podemos intervenir.

Evitar un accidente vascular depende mucho de que reduzcamos nuestros factores de riesgo.

Durante su estancia en el Balneario de Cofrentes puede conocer su riesgo cardiovascular y recibir los consejos para disminuirlo haciendo los circuitos de Detección del Riesgo Cardiovascular que hacemos en colaboración con el Instituto Valenciano del Corazón.

 

Dr. Miguel Ángel Fernández Toran - Director Médico del Balneario de Cofrentes